OTRO DIA SIN COCHES: DINERO PUBLICO SIN LIMITE PARA SEGUIR MANTENIENDO LAS INFRAESTUCTURAS: SUPERSUR, TÚNELES DE ARTXANDA…

dia-sin-cocheEl jueves 22 de septiembre, celebramos un año más, el Día sin Coches.

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El Día sin Coches es una convocatoria de ámbito internacional, apoyada desde el año 2000 por la Comisión Europea. En teoría, se plantea como una jornada educativa, en la que se puedan ensayar diferentes formas de organizar la movilidad sin el uso de tanto coche. Pero, a pesar de sus cercanos comienzos, el Día sin Coches ha perdido empuje y contenido en manos de unos gobiernos municipales, pero también autonómicos y central, que en su gran mayoría continúan desarrollando una política de movilidad centrada a favorecer la circulación de coches, considerándolos como el principal problema su movilidad.

Nada hacía pensar que 2016 vaya a suponer un cambio en esta tendencia de declive: renuncia a realizar cortes de tráfico (en las primeras convocatorias resultaba obligatorio cerrar zonas al tráfico para que una ciudad se pudiera apuntar a esta iniciativa, pero ahora es sólo una recomendación), actividades improvisadas y de escasa incidencia, falta de planificación del transporte público o de medidas a favor de peatones y ciclistas, escasa o inexistente implicación de las organizaciones sociales, ausencia de una campaña de información a la ciudadanía… resultan la tónica general en nuestras ciudades. Incluso, como todos los años, hay ciudades que rizan el rizo, trasladando el día sin coches al fin de semana para… ¡no molestar al tráfico!

Pero los datos son tercos, el último estudio sobre movilidad llevado a cabo por Gobierno Vasco (2011) en Bilbao diariamente, el 61,8% de los ciudadanos se desplaza andando, un 13,8% en ferrocarril y un 8,9% en transporte público, únicamente el 10,8% lo hace en coche.

En este contexto el reciente debate abierto sobre la viabilidad de la Variante Sur Metropolitana (Supersur) plantea a nuestro entender otra serie de debates importantes. Dicha infraestructura en su conjunto se presupuestó en 1.120 millones de euros de los cuales solo la primera fase estaba valorada en 650 millones. El actual déficit de la Diputación con los bancos asciende a 1.044 millones de euros. En estos momentos su demanda no llega ni a pagar sus costes de mantenimiento. Esto no evita que la se colapse periódicamente que se colapse la A8 cada vez que hay un accidente.

Se construyen infraestructuras sin definir claramente la demanda que pueden tener definiéndose ésta, posteriormente. La experiencia de los Túneles de Artxanda es ilustrativa de como se está financiando las infraestructuras, hemos tenido que pagar 62 millones de las arcas públicas a sus gestores, porque no había el negocio que se les había prometido 33.000 coches diarios. Actualmente únicamente pasan 17.000 coches diarios.

En este contexto hace apenas dos meses el Diputado el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, y el diputado de Desarrollo Económico y Territorial, Imanol Pradales, anunciaban en una rueda de prensa el nuevo sistema integral de tarifas en las vías de pago que pretende aplicar el gobierno foral. Los conductores/as vizcaínos pagarán un máximo de 30 euros al mes a partir del 1 de enero de 2017 por usar las tres vías de peaje dependientes de la Diputación Foral: la AP-8, la Supersur y los túneles de Artxanda.

La propuesta no deja de ser una manifestación más de la política contradictoria cuando no errática de la Diputación Foral de Bizkaia con respecto a la política de infraestructura y de movilidad. Es especialmente grave en los casos de la Supersur, y los Túneles de Artxanda. Las razones son varias:

Por una parte, más que incentivar el uso de transporte público y el abandono del uso del coche lo que se hace fomentarlo a través de una reducción del peaje. El objetivo es generar una demanda para justificar unas obras que acumulan unos déficits muy altos de inversión y de mantenimiento.

Por otra, seguimos los contribuyentes (use o no la infraestructura) financiando la obra. Por ejemplo, es el caso de los Túneles de Artxanda. Pagamos su construcción con dinero público, pagamos una indemnización de 62 millones, a las empresas adjudicatarias porque no era rentable (el negocio era la construcción no la gestión) y volvemos a pagar a través de la propuesta del bono de 30 euros por su uso (financiamos el bono con dinero público evitando que los usuario pague su precio real). La Supersur tendría parecidos problemas. Pensábamos que la quiebra de las circunvalaciones solo pasaba en Madrid, éstas fueron financiadas por los diversos gobiernos del PP.

Creemos que cualquier alternativa sobre el sistema de peajes en el Area Metropolitana pasa por el “peaje progresivo”. No todos los usuarios tienen que pagar lo mismo, variables como el número de viajeros que se desplazan en el coche, hora del día en que se realiza el desplazamiento, emisiones que produce el coche…. En cualquier caso, tenemos que poner fin a la construcción de las infraestructuras, porque son profundamente insostenibles

Ekologistak Martxan (Comisión de Transporte)

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