Marcha hasta la incineradora de Zubieta para protestar por el el «silencio» y el «oscurantismo» de las instituciones

El Movimiento Contra la Incineración -patrocinado por Donostia Bizirik, Eguzki, Greenpeace y Ekologistak Martxan – organizó una marcha a pie que partió de la PLaza Okendo, en Lasarte, hasta la incineradora construida en Zubieta. Con esta marcha insta a las autoridades a que detengan la incineradora, que no quemen más residuos, ni en Zubieta, ni en Añorga, ni en Bergara ni en ningún sitio.

En la convocatoria de la marcha de este año planteamos la siguiente pregunta: «¿qué nos dicen de la incineradora de Donostia?». «De la incineradora de Zubieta, que ya anunciamos los expertos y el movimiento popular cuando era un proyecto, ahora está ocurriendo todos los días. Lamentablemente, la incineradora no ha solucionado el problema de los residuos y, en cambio, la contaminación que provoca la combustión de residuos en Zubieta y alrededores es el pan de cada día. Y aunque las autoridades no nos lo digan, los daños de la incineración se están extendiendo por el mundo. Sí: además de lanzar al aire emisiones que contaminan el medio ambiente, dañan la salud de los vivos y agravan el cambio climático, desde Zubieta se ha organizado un verdadero turismo de residuos a Navarra, Bizkaia y Castilla española, por donde se están esparciendo escorias y otras cenizas tóxicas provocadas por la combustión de residuos.

Los gestores de la incineradora y las autoridades guipuzcoanas y vascas nos ocultan a los ciudadanos una serie de cosas oscuras:

  • No nos dicen cuánto CO2 emiten por tonelada de residuos que queman en los hornos de Zubieta Y es mucho CO2 lo que daña aún más un clima que ya está loco.
  • No nos dicen que el 23% de todos los residuos incinerados en Zubieta -casi la cuarta parte de todo lo introducido en los hornosos- los extraen como escoria o escoria y luego los llevan a las fábricas de cemento de Arrigorriaga, Lemoa y Añorga, para mezclar ahí el cemento y seguir extendiéndolo por el mundo.
  • No nos dicen que las cenizas tóxicas peligrosas que se recogen en los filtros de las chimeneas suponen el 3% del total quemado y luego se trasladan a Castilla.
  • Las autoridades nos han dicho que se han recuperado de 138.000 toneladas de rechazo llegadas a TMB en 2021, pero no nos dicen que otras 90.000 toneladas de residuos reciclables han ido a los hornos a fumar. De ellas, 60.000 toneladas orgánicas transportadas en basuras revueltas hasta Zubieta.
  • No nos dicen, nos ocultan que los hornos de la incineradora de Zubieta están, sobre todo, para quemar los residuos reciclables, porque la mayor parte de lo que se quema ahí, el 65%, es reciclable.
  • El residuo orgánico lo recogen muy bien separado y sin apenas impropio en muchos pueblos de Gipuzkoa. Y las autoridades no nos dicen que para la biometanización del orgánico limpio de esos pueblos que funcionan bien en Zubieta mezclan la recogida selectiva voluntaria con la recogida de muchos impropios. Nos ocultan que mucho de lo orgánico que sirve para hacer compost de primera, bien diferenciado por los ciudadanos y pulcramente recogido por muchos ayuntamientos, lo desperdician.
  • El resto de orgánico que queda en la planta de Zubieta una vez biometanizado, llamado digestato, no lo compostan: lo envían a una planta de Artajona en Navarra pero tampoco nos dicen nada de esto.
  • No nos dicen que aunque el 87% de los residuos urbanos generados en Gipuzkoa son reciclables, sólo el 55% se recicló. Esto demuestra que las inversiones deben ser aprovechadas para implantar sistemas de recogida selectiva reales y eficaces, y no la planta de hornos de quema de residuos de valor reciclable.
  • No quieren decir que la capital guipuzcoana, San Sebastián, esté anclada en un escaso 42% de recogida selectiva sin moverse desde 2019, muy por encima de alcanzar la tasa de reciclaje del 50% fijada por Europa para 2020.
  • Como no nos dicen, por un nefasto sistema de recogida selectiva que tiene Donostia, más de 20.000 toneladas de residuos orgánicos al año se siguen depositando mezclados en el contenedor del rechazo.
  • Nuestras autoridades desearían que también se ocultara que, aunque la Directiva Europea de Residuos de 2018 recoge, tomando como referencia el resultado de 2010, para 2020 se debería haber reducido en un 10% la generación de residuos.
  • Nuestras autoridades desearían que también se ocultara que, aunque la Directiva Europea de Residuos de 2018 recoge, tomando como referencia el resultado de 2010, para 2020 se debería haber reducido en un 10% la generación de residuos.
  • Y aunque la incineradora de Zubieta y otras infraestructuras están en marcha, en 2021, en Gipuzkoa, el número de rechazo ha aumentado, en la mancomunidad de Sasieta.
  • ¡Y de última hora! Los dos hornos de la incineradora permanecen paralizados desde el 26 de abril por problemas técnicos. No sabemos cuáles son los problemas, cuánto tiempo estará parado y qué están haciendo con las basuras. Porque ni eso dice.

Los gestores de residuos de Gipuzkoa y sus autoridades dilapidan mucho dinero en comunicaciones, publicidad y propaganda para blanquear -y nivelar- las gigantescas infraestructuras construidas en Zubieta. Hablan de economía circular ‘, hablan con la boca llena

Necesidad de hacer frente al enloquecimiento climático y a la crisis energética. Pero quieren ocultar a los ciudadanos que el modelo de gestión de residuos que promueven en la realidad es despilfarrador, desperdicia energía y dinero público y daña la salud de los ciudadanos. ¿Dicen los gobernantes que la Economía Circular? Lo que realmente es circular en vuestro modelo es el itinerario para llevar fondos públicos a bolsillos privados.

Movimiento Contra la Incineración de Gipuzkoa.

 

 

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