En declaraciones recientes, tanto José Antonio Suso como Gorka Urtaran, han resucitado la idea de la construcción de una carretera de alta capacidad por el sur de la ciudad, para solucionar el caos de tráfico de la zona, creado por una pésima planificación urbanística y por la implantación del BEI. El PNV quiere corregir su pésima gestión urbanística y de movilidad con una todavía más pésima decisión.

La idea de crear una vía de tráfico rodado de gran capacidad en la zona sur del casco urbano ha sido objeto de debate en la planificación urbanística y en la opinión pública durante décadas y siempre ha sido desechada por su altísimo impacto ambiental sobre los Montes de Vitoria y las zonas rurales del Municipio.

Este trazado de más de 5 km supondría una importante barrera para la continuidad del paisaje, la topografía natural y la red de caminos y senderos rurales en toda la zona Sur, acompañada por las inevitables contaminaciones visual, atmosférica y acústica, tan graves en ese tipo de entorno. Y todo lo anterior sin contar con las fuertes tensiones urbanizadoras que originaría la vía en todo su recorrido debido a la nueva accesibilidad de entre 300/ 500Has situadas en sus márgenes. A las tensiones especulativas que ya se están produciendo hace años entre la L-124 y la zona de Aretxavaleta/ Gardélegui, se sumarían imparables movimientos de compraventa de terrenos agrícolas (e incluso el abandono de los cultivos) en todo el entorno de Lasarte, en las laderas del cerro de Olarizu y en la zona de Mendiola.

El Gobierno PNV-PSE se ha encargado durante esta legislatura de ir derribando los obstáculos que imposibilitaban esta aberración. 

Por un lado han minimizado hasta dejarlo en prácticamente algo simbólico al Centro de Estudios Ambientales (CEA), que de ser la punta de lanza y el laboratorio de ideas de las políticas medioambientales del municipio y una entidad que se opuso a esta infraestructura en el pasado, lo han dejado en la actualidad en un ente carente de competencias (les han quitado la gestión del anillo verde, la movilidad, biodiversidad….).

Por otro lado, otro gran obstáculo que suponía el  y la posibilidad de la declaración del área de Montes de Vitoria como Parque Natural, precisamente para evitar presiones sobre el espacio como este proyecto constructivo, ha sido recientemente borrado de la faz de la tierra como si nunca hubiese existido, y con él, la esperanza de la protección integral de Montes de Vitoria.

Y, por último, el Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público del año 2008, que contaba con un amplio consenso político y social, algo muy raro en este municipio, también se han encargado de su eliminación, con una supuesta actualización, cuando quedaba muchas cosas por hacer y cuando nadie más que ellos la pedían, pero que ha servido para justificar el tranvía al sur, el BEI y sus políticas o mejor sus no políticas de movilidad, que nos han llevado a este caos urbanístico y de movilidad.