Gatika reúne a cientos de personas en contra de la interconexión eléctrica con Francia

El pueblo de Gatika fue escenario este pasado viernes de una manifestación que reivindicó un modelo alternativo de transición energética. Más de cuatrocientas personas se movilizaron bajo contra el macroproyecto de Interconexión eléctrica previsto entre Euskal Herria y Francia a través de un cable submarino bajo el Golfo de Bizkaia.

Un día antes los convocantes, la Plataforma Interkonexio Elektrikorik Ez!- de la que forma parte Ekologistak Martxan-, ya avanzaron la principales razones de esta protesta en rueda de prensa. Por un lado señalaron que el 40% de la energía renovable que permitiría integrar esta conexión, se perdería en forma de calor a lo largo del sistema de transporte europeo. Además, al permitir aumentar el número de consumidores de la energía renovable que se producirá en el Estado, el precio de la electricidad se verá reducida para los países que importan la energía, pero incrementada para los la exportamos. Es decir, en el Estado, el proyecto contribuirá claramente a aumentar tanto el término fijo como el variable de la factura eléctrica de los consumidores.

Tras la manifestación, los activistas leyeron un completo comunicado que recogió las principales reivindicaciones en contra de este proyecto, impulsado por Red Eléctrica de España. A continuación reproducimos el contenido del documento: 

La Plataforma Unitaria contra las interconexiones Eléctricas, ante el proyecto INELFE (REE + RTE) de conectar la estación nuclear de Cubnezais-Burdeos con Gatika a través de un cable terrestre y marítimo de 400 km, con un coste declarado de 1950 millones de euros, de los que 600 serán subvenciones públicas, rotundamente declara su total oposición por:

  • No solo porque NO sea un mega proyecto de interés común sino de interés particular, el de las grandes compañías eléctricas;
  • No sólo porque supone el regalo de cantidades ingentes de dinero público para beneficio privado en un sistema socioeconómico que favorece y permite el trasvase de riqueza de quienes necesitan consumir productos básicos para vivir a una minoría que vive para acumular sin límites a partir de las necesidades perentorias de la mayoría;
  • No solo porque NO va a crear los puestos de trabajo que se anuncian;
  • No solo porque va a resultar más caro de lo presupuestado, que será pagado por los consumidores;
  • No solo porque NO va a suponer un descenso de los precios, como demuestra la experiencia, sino, muy probablemente, un aumento de los mismos, ya que habrá que pagar la inversión; además, no es esperable que quienes han estado redactando las leyes sobre energía y electricidad a políticos afines y se hayan estado lucrando con esas leyes experimenten una repentina conversión moral a favor del bien común;
  • No solo porque va a ocasionar un impacto considerable en el territorio afectado de EH y va a ser devastador para sus pueblos y poblaciones, tanto por lo que respecta a su entorno como a la salud y la economía local;
  • No solo porque está basado en la instalación masiva, desmesurada, insostenible y destructiva, por todo el territorio nacional, de plantas fotovoltaicas y electrogeneradores aéreos que también supondrán un impacto desequilibrador en su entorno y poblaciones.

No solo nos oponemos por estas razones, que también, sino, sobre todo, porque:

  • Es un mega proyecto más, tremendamente caro en términos absolutos, pero absolutamente innecesario para el bien común al estar centralizado en manos del oligopolio eléctrico, que seguirá controlando, movido por la codicia, el suministro de un producto básico para el beneficio privado a expensas del bien público; un símil comprensible para el mundo rural sería el que las grandes superficies de mercado, distribuidoras de alimentos, controlaran todo el consumo hortícola obstaculizando o prohibiendo la producción en huertas particulares;
  • Hay alternativas, como son:
      • – Un sistema de energía renovable distribuido en red, de generación particular, autónomo y autogestionado, municipal y regional, acorde a las necesidades locales, basado más en la solidaridad que en el lucro.
      • – Aprender a consumir menos y más racionalmente.

 

 

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