Paseo de Jane Jacobs: Caminando por Arizgoiti, a la sombra del Malmasín

Como cada año en junio, Sagarrak-Ekologistak Martxan realizó el paseo de Jane Jacobs para dar a conocer los barrios de cada municipio, su devenir a lo largo del tiempo para que los habitantes conozcan la evolución del mismo, teniendo de testigos a las personas que aún pueden contarnos cómo ha ido cambiando la vida y la fisonomía del barrio desde que ellos vivieron allí hasta hoy y donde se incluyen aspectos de interés histórico, arqueológico, artístico, geográfico y urbanístico de los mismos.

En esta edición el paseo comenzó en la zona del Matadero (Gaztanabaltza). Se trata del primer núcleo desde la carretera de San Miguel, el antiguo camino que desde Castilla y tras recorrer diversos municipios de la cuenca del Nervión (Orduña, Amurrio, Laudio, Ugao, Arrigorriaga) entraba por Basauri, haciendo parada en su fonda (solar ocupado hoy día por el actual ayuntamiento), justo antes de llegar a su destino final, Bilbao. Hoy en día, el Matadero alberga la Brigada Municipal de Obras. Y junto a este edificio está el centro de mujeres Marienea, donde se celebran cursos, formación y es lugar de asistencia a la mujer desde hace años y todo un referente en la comarca.

Esta zona de Arizgoiti era el centro neurálgico de Basauri en muchos sentidos. Contaba con el ayuntamiento, y también con un depósito de aguas (unas calles por detrás del ayuntamiento) hoy reconvertido en pequeño parque, y con el Matadero. Esto no es más que el reflejo de las necesidades de infraestructura de un núcleo que fue creciendo y necesitando de esos servicios básicos (agua, alimentación, gestión).

Frente al ayuntamiento, se encuentra la plaza de Arizgoiti, centro popular donde las antiguas escuelas tuvieron su lugar, así como las casas de maestros, en proceso actual de reedificación. Se pudieron oír historias entre el grupo que hizo la visita sobre esta zona; alguna incluso había trabajado como maestra. Y se puso de relieve que en esta zona había una ermita, la de San Fausto, ya desaparecida pero de la que gracias a los escritos de Román García, historiador local ya fallecido, tenemos constancia de ella.

Siguendo la ruta se cruza el puente de la Trinchera y esto permite hablar de la importancia de esta cicatriz en la orografía del municipio. Una vez más, se trata de un elemento para el paso del ferrocarril, importantísimo en la zona como nudo de comunicaciones; un ferrocarril que sigue junto al río, el camino de entrada a Castilla antes mencionado. No es inusual si pensamos que el nombre de la estación es Bidebieta (Dos Caminos) ya que Basauri siempre ha sido el lugar de confluencia de caminos (el de Castilla, y el de Navarra-Aragón) y que hoy día más o menos lo ocupan las autopistas a Burgos y Donosti, así como de cuencas fluviales (el Nervión y el Ibaizabal). Toda esta zona es de las más antiguas, con un nuevo plan de urbanización de San Fausto y la plaza que se llevará por delante las humildes construcciones que miraban a la trinchera. Gran parte de este terreno era propiedad de la fábrica La Basconia y su impronta está presente en las edificaciones aún presentes en solares cedidos por ella.

Se trata de la iglesia de San Pedro o del Cine Social y edificio anexo. Todos ellos tuvieron en su momento un carácter social para el servicio de los ciudadanos. Aún se recuerdan personas, y actuaciones de entonces por parte de los visitantes. Y es que toda esta zona ha cambiado desde los años 1950 cuando este terreno de campas comenzó a ver crecer edificios de pequeña altura, aún presentes, así como otros que en las décadas posteriores fueron cambiando el paisaje rural de esta zona. Y cómo no, junto con las casas nuevas aparecen los comercios de barrio que llenan las necesidades básicas de alimentación de los nuevos habitantes atraídos por las fábricas que se asientan en la ribera del río. Hoy día esta zona con sus calles principales de Virgen de Begoña y Valentín de Berriotxoa sigue siendo un núcleo bullicioso de comercios y lugar de encuentro en sus bares.

La visita concluyó en la zona de los Miradores; no es casualidad que este corte sobre un meandro del río en el que se asienta el Mercabilbao se llame así. Desde aquí, se puede tener una vista privilegiada de gran parte del territorio. En la zona del Mercabilbao, hubo varias casas torre, entre ellas la torre Landa, hoy desaparecidas pero donde debió nacer Aita Laureano Landeta en el s. XIX en los restos de la torre reconvertida en caserío, molino y ferrería. Esto no es casual. La zona aún alberga algunos restos de presas, una visible desde los Miradores (mejor desde el lateral de la Kultur Etxea), la otra en el tramo del río por el sendero peatonal que va desde el puente de Artunduaga hasta Arrigorriaga.

Quizás lo explicado aquí no sea mucho para conocer la historia grande y la historia pequeña de Basauri y sus gentes que habitaron, usaron e hicieron crecer al municipio. Pero antes que ellos, hubo otros, allá por el 400 a. C, que vivieron en la cima del monte Malmasín. Se trata de los primeros habitantes nativos de la zona, que luego bajaron a vivir a Finaga tras la llegada de los romanos, y que continuaron viviendo allí al menos durante los siglos V al VIII y IX. Después, como en muchos otros lugares, hacia el cambio de milenio la gente ocupa los valles (Arrigorriaga, Ugao, Basauri, San Miguel –desde donde en 1510 se toma la decisión de separarse del municipio al que pertenecía hasta entonces y que no era otro que Arrigorriaga.

Hay muchos puntos desde Basauri que impiden ver la cima de este monte. Pero si uno elimina con la imaginación los edificios actuales, al menos los más altos, podrá verlo sin problemas. ¡Ay, si el Malmasín hablara! ¡Cuántas historias de la evolución del entorno y de las gentes que han pasado podría contar!

Autor de la crónica: José Manuel Matés Luque.

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