Crónica de la salida guiada a Torre Mariaka y Museo del licor (Amurrio)

Dando continuidad a los itinerarios organizados desde Sagarrak, una treintena de personas nos acercamos el pasado domingo 13 de octubre de 2022 hasta Amurrio, localidad alavesa con unos interesantes valores naturales y culturales. El recorrido realizado tuvo dos partes, la primera de ellas centrada en un paseo por los montes próximos a los barrios de Mariaka y Pardio, donde predomina un paisaje preferentemente forestal, donde destacan los enclaves de elevado valor natural. La segunda, ya por la tarde, consistió en una visita al centenario Museo del licor, ubicado en el pueblo.

De la mano del guía naturalista de Ekologistak Martxan, Eduardo Renovales, comenzamos el itinerario en la estación del tren de Iparralde. En la primera parada, junto al río Nervión, pudimos comprobar la gran degradación de su cauce como consecuencia del vertido de las aguas residuales de Amurrio al mismo; esta problemática se extiende al conjunto de localidades alavesas del Alto Nervión, como Luyando o Laudio, y a alguna vizcaína, como Orozko. Afortunadamente, la próxima entrada en servicio, prevista para 2023, de dos nuevas depuradoras en la comarca, permitirá la eliminación de la mayoría de los mismos, con lo cual la mejoría de la calidad de las aguas será notable en la totalidad del cauce de los ríos afectados, el Nervión y su afluente el Altube. De momento se está construyendo a buen ritmo una amplia red de colectores para conducir las aguas desde las distintas localidades hasta las depuradoras.

De las siguientes paradas destacamos algunos aspectos del paisaje del entorno de los montes de Mariaka y Pardio, por donde discurría el itinerario.

– La zona ha sufrido una presión histórica sobre sus recursos naturales, principalmente los relacionados con los bosques autóctonos, que ocupaban gran parte del municipio. A la necesidad de terrenos para pastos y cultivos se unía la necesidad de una demanda intensiva de madera para construcción naval y de edificios, para la realización de carbón vegetal o para leña, lo que dio lugar a que un índice de deforestación muy alto. A mediados del siglo XX, el paisaje de Amurrio estaba muy deforestado, en el que predominaban campos de cultivo y pastizales en gran parte del municipio, pero en otras zonas, principalmente de monte, el bosque se ha mantenido hasta nuestros días en forma de un paisaje adehesado, en el que destacan los árboles trasmochos centenarios. Estos árboles, son principalmente robles, a los que se cortaba la parte superior de los mismos, lo cual estimulaba el nacimiento de nuevas ramas que se cortaban periódicamente sin matar al árbol. La existencia esta práctica a lo largo de los siglos era compatible con un uso ganadero: cerdos, vacas y ovejas podían aprovecharse estos bosques abiertos para alimentarse de bellotas, hierba o sestear.

En algunas zonas más localizadas se crearon viveros o jaros, espacios delimitados por muros de piedras para evitar la entrada de ganado, donde se cultivaban robles que iban a ser plantados posteriormente en las parcelas del entorno.

El abandono de la demanda de madera de roble trasmocho para los usos tradicionales fue progresivo, al tiempo que sucedía algo parecido con la ganadería. Los viveros o jaros fueron también abandonados. A lo largo de la década de los años 60 gran parte de los campos ocupados por pastizales fue sustituido por pinares y el trasmocheo se abandonó como práctica, pero los trasmochos no desaparecieron del paisaje, permaneciendo hasta nuestros días. Actualmente, la crisis del pino, favorecida por las enfermedades banda marrón y banda roja, ha favorecido que los pinares ya no sean tan rentables y se abandonen muchos de sus cultivos para ser sustituidos por eucaliptales. En otros casos, los antiguos pinares y pastizales se han convertido en interesantes bosques mixtos donde hay robles, acebos, laureles, alisos y otras muchas especies.

En líneas generales la ruta atraviesa todos estos ambientes por tramos, lo cual favorece las explicaciones en cada uno de ellos: origen, evolución y situación actual y futura.

– La situación en líneas generales es la siguiente:

Bosque autóctono: bosques en regeneración, bosques /zonas de trasmochos y jaros.

Los bosques en regeneración sobre todo ocupan parcelas próximas a los arroyos, sobre antiguos pastizales. También ocupan multitud de espacios junto a zonas de trasmochos, plantaciones de pinos y eucaliptos, y también dentro de los propios pinares, pero con menor desarrollo. Se caracterizan por su diversidad de especies y por la juventud de sus integrantes, pero dentro de los mismos suelen existir ejemplares más viejos. Los bosques de trasmochos van camino de perderse: muchos ejemplares están enfermos y acaban secándose o siendo tumbados por los temporales, y el desarrollo de la vegetación en las proximidades les perjudica. Conforman las principales zonas de valor ecológico, ya que en ellos, por su constitución, pueden vivir gran diversidad de especies de aves, plantas e insectos. Algunos de ellos aún mantienen un uso ganadero. En los jarales encontramos arbolado de diferentes edades, con ejemplares no trasmochados y trasmochados centenarios, además de una intensa regeneración de especies como acebo y fresno.

– Cultivos forestales: pinares de pino insignis y eucaliptales. Predominan en el paisaje, pero los eucaliptales van ganando parcelas, sobre todo en la zona de Pardio. Los pinares, sin gestión del sotobosque, evolucionan hacia bosque autóctono, pero este fenómeno no se da en los eucaliptales. Actualmente vivimos un momento de transición, hacia un menor número de pinares, una recuperación del bosque autóctono y un incremento de eucaliptales. Estas especies de cultivo forestal favorecen la presencia de especies invasoras como falsa acacia o plumero de la pampa, escasas en la zona, de momento.

– Campos y cultivos: predominan los pastizales en la zona del entorno de Mariaka, donde también existe una cabaña vacuna. En esta zona hasta los años 90 hubo pinares de pino insignis. Como cultivos, existe un viñedo de 5 hectáreas en la zona de Pardio, uno de los cultivos que más agroquímicos que tiene.

– Visita al Museo del Licor (por la tarde)

Este Museo es el primero de este tipo en Euskadi y que nos permitió conocer los orígenes de las Destilerías Manuel Acha en 1831 y ubicadas en Amurrio desde 1880. Pudimos ver los diferentes procesos de elaboración y fabricación de licores, ver las barricas que utilizaban a primeros de siglo XX, libros de contabilidad, material publicitario…

Destilerías Manuel Acha llegaron a contar con su propio equipo ciclista profesional, el equipo Karpy, que llevó el nombre de la marca y también el prestigio de Amurrio por medio mundo, en los años 60 y 70 del pasado siglo. Es por ello que en el mismo edificio de la fábrica también visitamos el Museo de la Bicicleta de Euskadi, con piezas desde finales del XIX hasta la actualidad y referencias al equipo ciclista Karpy.

Para finalizar, tuvimos oportunidad de degustar los licores más emblemáticos.

En definitiva, una jornada agradable, con una decena de paradas que facilitaron el diálogo entre los asistentes sobre temáticas vinculadas a la biodiversidad, se promovió el conocimiento y disfrute del entorno de la propia riqueza natural y cultural de Amurrio.

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