Un estudio revela que Europa malgasta una superficie equivalente a Irlanda en biocombustibles

Según plantea un nuevo estudio, sería mejor usar los campos destinados al cultivo de biocombustibles para la producción de alimentos o dejarlos en manos de la naturaleza para almacenar carbono y proteger la biodiversidad.

Un nuevo estudio encargado por T&E —federación de la que forman parte ECODES y Ecologistas en Acción— señala que Europa malgasta en la actualidad una superficie del tamaño de Irlanda cultivando biocombustibles que suponen un obstáculo para hacer frente al cambio climático.

Además, el informe demuestra que si se le permitiera volver a su estado natural, esta tierra absorbería el doble de CO2 del que supuestamente se ahorra alimentando vehículos con biocombustibles. Otra opción sería utilizarla para alimentar a 120 millones de personas y, así, incrementar considerablemente los niveles de seguridad alimentaria.

Carlos Rico, responsable de biocombustibles de T&E en España, comenta: “Ahora mismo hipotecamos vastas extensiones de tierra en cultivos que acabamos quemando en nuestros coches. Es un despilfarro escandaloso. Esa misma superficie podría servir para alimentar a millones de personas o, si las devolviéramos a la naturaleza, se convertirían en sumideros de carbono y aumentarían la biodiversidad. El cultivo de biocombustibles es probablemente la medida más estúpida que jamás se haya promovido en nombre del clima”.

Los biocombustibles que se consumen en Europa ocupan 9,6 millones de hectáreas, una superficie más grande que la isla de Irlanda (la República de Irlanda más Irlanda del Norte).

Si estos terrenos volvieran a su estado natural, concepto que se conoce como resilvestración o renaturalización, serían capaces de absorber unos 65 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera, casi el doble que la cifra oficial de CO2 que se evitaría al sustituir por biocombustibles los combustibles fósiles.

En términos de aprovechamiento energético destinar terrenos a la instalación de huertos solares sería mucho más eficiente. Según se desprende del análisis, se necesita una superficie de tierra 40 veces mayor para alimentar un vehículo con biocombustibles que un coche eléctrico alimentado con energía solar. Para producir la misma cantidad de energía con tecnologías solares, bastaría con un 2,5 % de la superficie dedicada actualmente a los biocombustibles, por lo que el resto podría renaturalizarse o emplearse para el cultivo de alimentos.

Según el estudio, el cultivo de estas tierras podría satisfacer las necesidades calóricas de, al menos, 120 millones de personas. Esto sería más que suficiente para cubrir las necesidades de las 50 millones de personas que, según la ONU, se encuentran «en situación de emergencia o niveles peores por inseguridad alimentaria aguda».

«Los biocombustibles son un experimento fallido dentro de la Directiva de Energías Renovables. Seguir quemando alimentos como combustible mientras nos enfrentamos a una crisis alimentaria mundial es una barbaridad. Como respuesta, algunos países como Alemania o Bélgica, están debatiendo la limitación de los biocombustibles procedentes de cultivos alimentarios. Los demás países de la UE deberían seguir estos ejemplos», añade Lucía Rúa de ECODES.

La UE, en su Ley de Restauración de la Naturaleza, se ha marcado objetivos orientados a frenar e, incluso, revertir esta pérdida de biodiversidad. Considerando que las plantas que se utilizan para producir biocombustibles ocupan gran parte de las tierras de labranza europeas, acabar con este uso del suelo agrario podría significar un paso importante para lograr este objetivo.

Marta García Pallarés, portavoz de Ecologistas en Acción: concluye: “Ante la crisis climática y la crisis de biodiversidad que estamos atravesando necesitamos ambición política y coherencia de políticas. Es inadmisible que la UE, por un lado, se comprometa a disminuir las emisiones de CO2 y a frenar la deforestación, y por otro siga apostando por la quema de cultivos alimentarios con efectos nocivos para el planeta y las personas”.

Puedes consultar el estudio aquí.

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